La ineficiente gestión pública es una causa indirecta para que se genere una alta congestión vehicular en la avenida Primavera. Por un lado, este déficit produce una planificación y ejecución deficiente en las obras viales. Muchas obras viales son ejecutadas en distritos con alta demanda vial como lo son Surco, la Molina y San Borja. En ocasiones, estas obras se encuentran inconclusas y abandonadas perjudicando el tránsito, especialmente en horas punta, de una gran cantidad de vehículos de transporte público, privado y de carga pesada. Por ejemplo, el intercambio vial El Derby, ubicado en la Panamericana Sur es una obra a cargo de la Municipalidad Metropolitana de Lima, pero los trabajos se detuvieron hace 2 años, lo que generó que muchos conductores se vean perjudicados y obligados a buscar vías alternativas para poder llegar a sus destinos. Asimismo, Humberto Guzmán, coordinador de proyectos de la comuna municipal, informó que cerca de 1 millón 700 mil autos utilizan vías alternas. Las vías alternativas a emplearse como desvíos son: El Golf de los Incas, El Olguín, Av. La Encalada, Av. El Polo y por supuesto la Av. Primavera (El Comercio, 2016). Es por esa razón, que el ingreso desmesurado de unidades vehiculares al distrito de Surco crea indirectamente una gran aglomeración vehicular en esta arteria urbana. Por otro lado, encontramos la falta de una administración unificada e integral entre instituciones. Es decir, el diseño, la planificación y organización del transporte público se encuentra fragmentado en una multiplicidad de entes. Es el caso de las municipalidades, que ejecutan medidas descoordinadas con otros municipios, para aliviar la congestión que se presenta dentro de sus límites pero sin interesarse ni preocuparse en el impacto que puede acarrear estas medidas en otras zonas distritales, que ya de por sí presentan problemas con el tránsito vial. Un claro ejemplo es el duelo entre los municipios de la Molina y Santiago de Surco que no llegan a un acuerdo conciso con el plan vial "carril reversible". De hecho, según la (MSS) en el distrito circulan 169 operadores de transporte público autorizados y 10 000 vehículos entre camionetas rurales, microbuses y los ómnibus a diario. Además, se suman las 4000 unidades vehiculares que ingresan por la Av. Raúl Férreo (ubicada en las laderas del Cerro Centinela) en horas de la mañana (8 a 10 a.m.) y tarde (6 a 8 p.m.) con dirección a la avenida Primavera para así poder llegar a los distritos de San Borja, Miraflores y San Isidro (La República, 2017). En una entrevista realizada por el diario El Comercio (2017) a Roberto Hipólito Gómez Baca, alcalde del distrito de Santiago de Surco, señaló lo siguiente: "No se puede echar más agua a un vaso que ya está al límite, lo único que ocasionará es el desborde". Con esa frase el señor Gómez trató de explicar que la municipalidad tomará las medidas necesarias para evitar la introducción de más unidades vehiculares, provenientes del distrito molinero, debido a que crea cuellos de botella y colapsa la capacidad de las principales vías del distrito.  Principalmente en el sector del puente Primavera y en la intersección con la Av. Encalada, ocasionando así una reinante congestión vehicular en la avenida Primavera.